NOMBRE DEL JUEGO: ZORRO, PICO,
TEINA. (Ana Peña)
- Edad
Recomendada: A partir de 10 años.
- Duración
Prevista: 10-15 minutos, mientras queden niños/as.
- Número de
Participantes: 4 personas por equipo.
- Espacio Recomendado: Exterior.
- Espacio Recomendado: Exterior.
- Objetivos:
- Conocer y aceptar las reglas del juego.
- Respetar su turno y el de los compañeros.
-Tipo de
juego: Psicomotor, de reglas
- Organización
del Espacio: Aula, patio, calle
- Recursos
necesarios: ninguno
- Desarrollo del
juego: Los
jugadores se repartían en dos bandos y sorteaban para ver qué grupo tenía que
saltar y cuál debía "hacer de burro". Un chico de los del grupo que
habría de soportar el peso se sentaba en el suelo, procurando quedar un poco
alto, por lo que buscaba un apoyo, un escalón, un madero, etc. A continuación,
un chico de su mismo grupo colocaba la cabeza en las piernas del que se había
sentado y se "espatarraba" para que el siguiente pudiera meter la
cabeza y abrir también las piernas para que hicieran lo mismo cada uno de los
chicos que formaban ese grupo. Los chicos del grupo contrario iban saltando de
uno en uno sobre los que estaban agachados, procurando hacerlo por orden de
destreza y habilidad, con el fin de que los que más saltasen lo hicieran los
primeros y consiguieran colocarse en la cabecera para dejar sitio a los que
habrían de saltar detrás. Ocurría con frecuencia que los primeros no saltaban
lo suficiente, y, cuando iban a saltar los últimos, se las veían y se las
deseaban, de forma que a veces hasta tenían que hacerlo los unos sobre los
otros. En estos casos, solían empezar a caerse antes de que hubieran conseguido
saltar todos entonces, perdían y debían ocupar el lugar de "burro"
para que saltase sobre ellos el grupo contrario. Si conseguían mantenerse todos
sobre el "burro", uno de ellos, preguntaba: "¿qué es: pico,
zorro o teina (cruz, bollo o panario)?". Uno de los chicos que soportaba
la carga, es decir, de los de abajo, debía contestar y procurar adivinar la
seña que con las manos hacía el de arriba. Si esto ocurría, hablan ganado, y
los grupos cambiaban sus posiciones. El chico que estaba sentado vigilaba que
no se hicieran trampas (las señas que se hacían eran las siguientes: Pico
(cruz): se hacía una cruz con los dedos índices de ambas manos; Zorro (bollo):
se colocaban los dos puños cerrados y uno frente a otro; Teina (campanario):
los dos puños cerrados se colocaban uno sobre otro.
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